En un libro de belleza que aún conservo The Natural Way to Super Beauty de Mary Ann Crenshaw, fue donde descubrí la dieta Atkins. La autora del libro recuenta como ella se encontró con una amiga que hacía tiempo que no veía, al tenerla en frente no podía reconocerla, era otra persona. De ahí nació su interés por visitar el consultorio del Dr. Atkins y nos cuenta su experiencia. En ese entonces se escuchaba mucho sobre la revolución dietética del Dr. Atkins, pero también las críticas al por mayor. Decidí comprar una copia del libro y leerlo. Lo que más me agradó era leer que no pasaría hambre. En el pasado la única dieta que había practicado era la dieta de Jenny Craig y me funcionó perfecto para lucir esbelta el día de mi boda por la iglesia. Me pareció muy fácil solo tenía que comprar sus productos y comida ya preparada. Pero y después? Ya casada tenía que preparar comida para mi esposó, fue un regresar a los hábitos de siempre. Al siguiente año nació mi hijo Alex y mi batalla real contra el peso dio inicio. Tristemente mi matrimonio duró 2 años y tube que salir adelante sola. Para aliviar mi soledad me refugié en la comida y la comodidad de mi sofá. Mi sobrepeso cada vez era más obvio, entonces recordé el libro del Dr. Atkins, una repasada rapido e inicie la dieta. Casi podría decir que por obra de magia empecé a bajar de peso. La gente lo notaba y me lo hacía saber. No fue fácil decir no a tantas cosas que me ofrecían que además lucían tan deliciosas. El saber el efecto negativo que tendrían en mi cuerpo me ayudó mucho. Pero… y ahí está el detalle, estaba aburrida de comer siempre lo mismo. Empecé a tratar de llevar una vida baja en carbohidratos, pero sucedió lo que era inevitable. Al comer un mayor número de carbohidratos mi cuerpo empezó a sentir hambre y yo a saciar mis necesidades. Entre de nuevo al círculo vicioso. Sabía como bajar de peso y era seguro, pero siempre sucedía lo mismo, volver a la rutina. Pasaron 20 años para que me diera cuenta que el problema era que no sabía cocinar suficientes platillos bajos en carbohidratos para no caer en el aburrimiento. Volví a leer el libro con detenimiento y descubrí que si seguía las diferentes fases, podría integrar más alimentos y convertir mi comida más variada. Tome la decisión de adoptar el estilo de vida, el dejar de hacer dieta y simplemente comer saludable.
Me uní a un grupo de apoyo en Facebook y mi camino comenzó, mi meta fue desde el primer día comer delicioso, que mis platillos no parecieran de dieta. Para mi sorpresa, el camino se hacía más fácil según avanzaba, nació en mi la pasión de crear platillos aptos. Junto con un grupo de amigas en línea logramos unir talentos e iniciamos nuestro propio recetario de recetas low carb. Hoy en día el camino es más fácil, en línea puedes encontrar recetas increíbles. Los platillos que tradicionalmente se preparan en tu país se empieza a adaptar y las opciones son infinitas.
Estoy próxima a cumplir mi primer año haciendo Atkins, me siento súper bien, y aunque aún me faltan 26 libras para llegar a mi peso deceado, estoy tranquila avanzando a paso lento pero duradero. Ya no es una dieta. Aún falta por aprender, por pasar por las siguientes fases, pero es algo que ya es natural.