IMG_4550Mujer de 47 años de edad, madre de un hijo de 21 años, súper delicado para comer, esposa de un maravilloso hombre que se arma de paciencia cada vez que preparo una nueva receta.  Empleada del correo de Los Estados Unidos, como diría mi amiga Paola, «como en las películas» con el vehículo del correo y entregando a cada casa o negocio, ya sea caminando o en cajas centralizadas para un cierto número de casas a la vez.

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El trabajo de un cartero no es nada fácil.  Un día típico empieza a las 8 de la mañana, se debe organizar por orden de entrega, revistas, paquetes pequeños y cartas de tamaño regular que no pudieron ser ordenadas  en las grandes máquinas empleadas en las plantas de correo.  Es impresionante la cantidad de correo que se procesa diariamente.  De ahí le sigue el trabajo físico de cargar los vehículos con correo y paquetes.  El día del cartero se puede extender hasta 10 horas diarias de trabajo.

Si le sumamos que me toca manejar 45 minutos de distancia, que se convierte en 1 hora y media por el tráfico, se podría decir que tengo la excusa perfecta, para justificarme,  que no tengo tiempo de cocinar o estoy agotada de mi trabajo.  Lo cierto es que voy a casa planeando el platillo de esa noche,  es la parte favorita de mi día, el poder crear algo nuevo y disfrutarlo.

Como toca compartir mis recetas, las fotografías no deben faltar, estas ayudan a comprender de una forma visual el proceso fácil de preparar diferentes recetas.  El tomar una fotografía antes de sentarme por fin a disfrutar mi comida y la compañía de mi familia, marca el fin de un día productivo y de satisfacción.

¿Que comeremos mañana? No es para mí una tarea difícil, toca debatir en mi mente que será la siguiente creación.  Muchas veces, estrañan mi publicación diaria, la razón es porque ha tocado preparar alguna receta ya compartida o comer de lo que ha sobrado de la noche anterior.

El cocinar no ha sido mi fuerte, se podría decir que sabía lo suficiente para sobrevivir, me preguntan que si soy chef, y me parece gracioso, porque me siento gatear en los conocimientos de cocina, pero me da una gran satisfacción saber que mi experiencia en la cocina, puede animar a otras personas a atreverse a preparar nuevas recetas.  Personas de las cuales yo sigo aprendiendo cada día.